23/12/10

EFÍMERO


Autor: © Jesús Alejandro Godoy

Lo que ahora tienes en las manos, lo que piensas, lo que has perdido, lo que no, lo que deseas, lo que jamás tendrás.
Mi cuerpo completo, el de él incompleto, el tuyo quizá herido, los ojos dispares, la perfección carnal, la imperfección bella, las comparaciones odiosas, el toque mágico de lo que ves con mirada mundana que esconde la verdadera esencia del ser.
Mis palabras tristes, las palabras alegres, los libros buenos, los malos, los que se estudian y los que se queman.
La persona que se va, la que espera, la que ya se fue, aquel que renace, el doliente que jamás obtiene y el que perdió la vida soñando.
Los que pueden lograr, los que envidian, los que bendicen, los que jamás llegarán.
Los que hoy comen y mañana morirán de hambre, los que no tienen nada y mañana seguirán igual.
Los pobres de alma y ricos en billetes, los ricos en oro, los ricos en dones.
El lugar donde Dios ríe, y donde el hombre llora; la esquina de la vida donde se pierde la inocencia, el mar donde se ahogan los deseos.
El amor que llega, el que se fue, el que murió y el que jamás querrá ser herido.
Los que ven a Dios, los que se creen ángeles, los que oran y piden, los que no rezan y obtienen igual, un camino hacia el Buen Dios que desconozco, los buenos y malos, los que hieren y los que sanan.
El viento, el mar, el frío y una noche solitaria para después ver el sol nuevamente.
La angustia de no tener, o la maldición de tener todo. La soledad tan temida y la ansiedad por estar solo.
Los que mienten por bondad o maldad, y los que se mienten a sí mismos.
La fábrica de ilusiones, las esperanzas heridas, el sueño que eleva el alma y embriaga de día y de noche.
El cuerpo que tienes entre manos, el cuerpo que jamás tocarás, el beso que doy, y el que jamás me darán.
Tu padre sentado a la mesa, y tú negando sus palabras; y yo, rezando a Dios, por hablar un segundo con el mío. Mi madre a mí lado contando los días que pasan; y tú, llorando a la tuya por que la extrañas.
Lo que recuerdas y lo que no vale la pena recordar, lo que te hace reír cuando tu mente vaga en el pasado, y lo que te hace disgustar.
La mascota que prefieres, el animal que odias, el terror al animal más común, y la admiración por el más abominable.
El consejo que me dieron, el consejo que no llegó a tiempo, las palabras expresadas en el momento exacto, y las que aún retumban en tus oídos.
Mirando como pasan los años, quizá tú acariciando a tu hijo y a tu esposa, yo queriendo navegar en los mares y perderme por ahí; aquel, soñando con lo tuyo, y el que tiene lo mismo que tú, deseando lo mío.
El amor, el engaño, el dolor, y la alegría.
Un día querer morir, o querer renacer... y después de eso nuevamente la vida; y al momento de cerrar los ojos, es cuando te das cuenta, que todo es efímero.

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4 comentarios:

Charo Bustos Cruz dijo...

Feliz Navidad...:

Sentada mirando el cielo
y después de haber recorrido un año de nostalgias y alegrías,
solo queda el amor
que sigue uniendo nuestras vidas.
Vienen a la mente
cada caricia tibia que nos han dado nuestros seres queridos
y los sinsabores que nos ha tocado vivir.
Estamos en Diciembre, mes de dicha y regocijo,
de balances y caminos que uno debe tomar,
pero siempre están aquellos
que nos invita a brindar
el abrazo de un hermano,
cuando no tienes tus padres ya,
y si tu todavía los tienes
no te olvides del beso dar
porque es muy lindo y tierno
cuando te miran sin mas,
son esos pocos momentos
los llenos de felicidad,
les deseo con cariño
una Feliz Navidad.

Besos de corazón a corazón_

_Charo Bustos_

. dijo...

hola alejandro
cada vez q leo tu "efimero" me emociono de la misma manera que lo sentì la primera vez q lo leí

te mando un fuerte abrazo, espero que hayas pasado una hermosa navidad, y deseo q el nuevo año sea tan hermoso como lo soñás
hasta pronto
claudia

Jesús Alejandro Godoy dijo...

Muchas gracias Charo, tanto por tu texto como por tus palabras y deseos. Espero que hayas pasado una excelente Navidad y que tengas un mejor Año Nuevo; abrazos para vos y que sigas muy bien.

Jesús Alejandro Godoy dijo...

Hola Claudia, cómo estás? Muchas gracias por tus palabras y gracias por estar en mi blog. Estuve mirando tu blog de fotografías y te confieso que quedé mirando largo rato la foto de "Callecitas de Buenos Aires", no sé por qué, pero las fotografías de las calles de la ciudad siempre me dejan pensando; en particular tu foto me parece muy buena, mis felicitaciones. Muchas gracias Claudia, por leer mis letras, abrazos y espero que hayas pasado una excelente Navidad y espero que tengas un excelente Año Nuevo.