6/4/11

ESCRIBIENDO SILENCIOS II

(SECRETOS)

Autor: © Jesús Alejandro Godoy

-¿Sabes?–dijo mi maestro mirando ciertamente algunas estáticas estrellas que parecían mecerse bajo el cielo nepalés que nos cubría-, cada alma que existe en el planeta tiene un secreto con alguna de ellas –y señalando a lo alto, sonrió-, y así como los secretos más burdos, extraños, dolientes, valerosos e inconfesables se pierden en el éter del cielo, así ellas nos entregan su silencio eterno como paga constante a nuestras palabras, esas, que jamás deberían haber sido habladas –dio unos pasos hasta el borde de la muralla, donde mas o menos cerca, una de las miles de antorchas emplazadas que iluminaban la noche era azotada por el viento; suspiró levemente, y con evidente alegría miró a un enorme tigre blanco, que desde lo bajo, seguía sus movimientos con atención. Volteó y sonriendo añadió-: Porque ¿Qué son los secretos, amigo mío, sino esa parte misteriosa de nuestro espíritu que nos recuerda que tenemos un pasado y tal vez un futuro, que a veces nos desalienta o a veces nos vuelve invencibles? Todos los secretos que guardamos en el alma, son revelados cuando ella se favorece del secreto inmenso que guarda el Maestro a través del espacio y del tiempo, y en total libertad y sin miedos, recibe respuestas a todas sus preguntas… respuestas que nuestra mente jamás aceptará, hasta que nosotros mismos pasemos a formar parte del gran secreto de la vida-.    
-¿Y cuando será eso? –pregunté.    
-A partir del primer instante en que te sea revelado el gran secreto de la muerte –respondió-.
Me acerqué al borde de la gran muralla. Palpé levemente la piedra mohecida, y miré a ese enorme tigre blanco que parecía un aparecido titán venido desde algún cuento de hercúleos dioses.    
-¿Qué hace un animal así aquí? –le pregunté a mi maestro-.    
-Ha venido a enseñarnos el arte de la vida –respondió.    
Miré a mi mentor con desconcierto: no podía concebir ni en mis más desopilantes sueños, el que un enorme tigre blanco, (tal vez creado para ser un asesino perfecto), me enseñara algo sobre la vida. 
 -¿Y cómo un animal así puede enseñar algo sobre la vida? –insistí en mi pensamiento.
Mi maestro sonriente palmeó mi hombro y dijo suavemente: -eso… es un secreto…

4 comentarios:

S.R. Coweser dijo...

Exelente. Me gusto.

Sally dijo...

Hola JESUS, hoy he publicado uno de esos, me encanto, ven a verlo y estamos en contacto, un abrazo chau

Jesús Alejandro Godoy dijo...

Muchas gracias Andrei por tu comentario y muchas gracias por pasar por mi blog a leer mis letras. Saludos y que sigas muy bien.

Jesús Alejandro Godoy dijo...

Hola Sally, cómo estás? pasé a ver mi cuento de terror en tu blog por lo que estoy muy, pero muy agradecido. Te dejo mi respuesta aquí y luego te dejo un mensaje en tu blog. Saludos y muchas gracias nuevamente.