26/1/11

EL EJECUTADO


Autor: © Jesús Alejandro Godoy

Aquel que va perdido, es un ser doliente, un ente pacifista, que jamás se detuvo a dar batalla por lo que le parecía valedero.
Ése, al que ahora le besa el cuello una gruesa cuerda que se llevará sus días, es un pendiente deudor que siempre le había pedido soluciones a su Dios y que le culpó siempre por sus fallos y por todo lo que jamás pudo obtener.
Mira, pobre ser ése que ves ahí que pronto será colgado que dejó su vida y su destino creyendo en la suerte, y olvidando que cada día era un nuevo y silente camino para empezar alguna nueva historia.
Quédate hijo y mira atento, a ese ser que pronto se irá, el cual prontamente se dejó caer en los brazos de un azar lujurioso, y le pidió a gritos a los elementos que le construyeran una casa, le formaran un hogar, y le regalaran amores adonde él fuera; mira atentamente y ahora susurrando te digo, que éste que pronto será ciego de todo dolor y caminos, fue un señuelo para la nada y un criadero de dudas.
No hay paz he de decirte, en un ser que sabe que los tiempos pasan a su alrededor mientras se sienta a esperar esas promesas que se hacía cuando era niño; no existe reflexión alguna que se equipare a aquel que reconoce sus heridas y las atiende cuando aún son heridas y no, recuerdos que luego traerán resentimientos y perdición.
Reza ahora hijo por éste que pronto será un ejecutado de historias que es el que lleva esa gruesa cuerda alrededor de su cuello; y no veas quién es, porque lleva tu rostro, mi rostro, y el de aquel que supone que vivirá para siempre caminando bajo senderos soleados.
Entonces te digo, que él tiene todo tu tiempo en sus retinas y envidia de ti lo que jamás obtendrá; y tú, tienes toda su voz y relatarás este día como el momento en que has visto la diferencia entre ser ave o viento.
Mira hijo que cada nudo que tiene esa cuerda es atado por tus manos, por mis manos, y no, por las manos de dioses, demonios, ángeles ni entes que merodean por ahí... no alucines hijo por ahora, ya tendrás tiempo de eso.
Por ahora has silencio, y sólo mira a aquel que va perdido, envidiando de ti, lo que jamás volverá a vivir...

2 comentarios:

eclipse de luna dijo...

Precioso...

Espero no sentir nunca esa cuerda al cuello, que ahogue mis sentimientos y palabras, espero tener siempre la fuerza de voluntad de dejar volar cada sonido de mi boca,latir de mi corazon y el sentido de la vida.

Besos.
Mar

P.D gracias por pasarte por mi blog, escribes muy bonito...

Yo tambien tengo facebook por si quieres agregarme.

Jesús Alejandro Godoy dijo...

Hola Mar; cómo estás?
Gracias a vos por tu mensaje y por tus palabras. Te busco en Facebook y te envío la invitación.
Besos desde Buenos Aires y nos estamos escribiendo.